Con más de 22.000 horas de vuelo, Will tiene una gran experiencia en aviones como Airbus, Boeing, McDonnell Douglas, Beechcraft, Bombardier, de Havilland y varios hidroaviones, además de acrobacias aéreas y vuelos benéficos.

Es probable que sin los hidroaviones S5 y S6 nunca se hubiera diseñado y construido el más famoso Supermarine Spitfire. Estos aviones británicos compitieron con los franceses, italianos y estadounidenses en los concursos del Trofeo Schneider de 1913 a 1931. En las décadas de 1920 y 1930, el Trofeo Schneider, una competición de velocidad para hidroaviones, era posiblemente el acontecimiento deportivo más emocionante y glamuroso del mundo. Gran Bretaña ganó tres concursos consecutivos y, con ello, se hizo con el trofeo de forma absoluta y para siempre, estableciendo un nuevo récord mundial de velocidad aérea para la época.

Para 2027, año del centenario, el objetivo es devolver la vida al S5. El proyecto no ha estado exento de contratiempos. El COVID obligó al equipo a trasladar la construcción de Burdeos (Francia) a Bodmin (Reino Unido), y luego un devastador incendio asoló el hangar. Se perdieron los planos, la construcción y los materiales, por lo que hubo que empezar de cero. A pesar de todo, los planes vuelven a estar en marcha y los especialistas en negocios de aviación TAG afirman estar "entusiasmados por participar en el futuro progreso del renacimiento de este icono de la aviación".