De este modo, los ocho aviones Hércules C-130H que actualmente tienen su base en Youngstown como parte de la 910ª Ala de Transporte Aéreo (AW) -un componente del Mando de Reserva de la Fuerza Aérea (AFRC)- serán sustituidos por los nuevos y más modernos C-130J Super Hércules. La USAF afirma que Youngstown fue seleccionada para albergar los ocho nuevos C-130J después de que se llevara a cabo un estudio del emplazamiento que "evaluó la ubicación basándose en factores relacionados con la misión, la capacidad de la infraestructura, el apoyo de la comunidad, consideraciones medioambientales y el coste".

Los C-130H con base en Youngstown apoyan actualmente al Mando Norte de las Fuerzas Aéreas realizando operaciones de fumigación aérea, así como la misión de transporte aéreo táctico permanente del tipo, y seguirán haciéndolo tras recibir los Super Hercules. "El C-130J reduce las necesidades de personal, disminuye los costes operativos y de apoyo, y proporciona un ahorro en el coste del ciclo de vida con respecto a los modelos C-130 anteriores. También es capaz de ascender más rápido y más alto, volar más lejos a una velocidad de crucero más alta, y despegar y aterrizar en una distancia más corta", añadió la USAF.

Aunque Youngstown ha sido seleccionada inicialmente como base de los nuevos C-130J, no se tomará una decisión definitiva hasta que se haya llevado a cabo un análisis de impacto medioambiental. Se espera que este proceso concluya este verano. Si por casualidad Youngstown no supera este estudio, la USAF ha identificado la Base Espacial Peterson, en Colorado; la Base de la Reserva Aérea Dobbins, en Georgia, y la Estación de la Reserva Aérea Minneapolis-St Paul, en Minnesota, como ubicaciones alternativas razonables.