En el futuro los pasajeros volarán sobre el nuevo parque solar de las instalaciones, ya que el aeropuerto se ha fijado objetivos de sostenibilidad

El aeropuerto de Edimburgo ha anunciado que construirá una granja solar de once acres en el aeródromo, convirtiéndose en la primera de este tipo para un aeropuerto escocés.

Las obras comenzarán a finales de este año y la instalación entrará en funcionamiento el próximo verano, con la promesa de cubrir el 26% de las necesidades energéticas del aeropuerto.

El proyecto ha recibido una inversión de 2 millones de libras del gobierno escocés y el acuerdo incluye la devolución de la energía solar a la red nacional cuando se produzca más energía de la que necesita el aeropuerto.

El parque solar es una parte importante de la estrategia más amplia del aeropuerto para lograr un futuro más sostenible desde el punto de vista medioambiental, social y económico, con cuatro pilares clave establecidos para lograrlo:

Trabajar en colaboración para mejorar el enfoque del cambio climático y utilizar el carbono cero en toda la empresa, crear un aeropuerto que muestre lo mejor de Escocia al tiempo que ofrece la mejor experiencia posible a los pasajeros, trabajar con su gente, los pasajeros y los socios para crear un negocio con integridad e involucrar a las comunidades cercanas para compartir los beneficios del crecimiento sostenible y mitigar los impactos negativos.

El objetivo de esta estrategia es lograr la neutralidad del carbono para las emisiones directas (aquellas emisiones que provienen de fuentes que son propiedad o están controladas por el aeropuerto) para el año 2024, estableciendo una norma de sostenibilidad, así como normas de motores más limpios.

El aeropuerto ya ha estado trabajando en algunos de estos proyectos, como la compra de electricidad 100% renovable desde 2018, el desvío de todos los residuos del vertedero, el pago a todo el personal del salario vital real y su compromiso con la Ley de Esclavitud Moderna.

En un momento en que los aeropuertos del Reino Unido se ven obstaculizados por las restricciones gubernamentales a los viajes debido a la pandemia de Covid-19, el aeropuerto de Edimburgo afirma que la aviación es una fuerza para el bien en Escocia. Es un importante empleador y apoya directamente al turismo, las universidades, las empresas y la cultura, haciendo una importante contribución a la economía.

Graeme Dey, ministro de Transportes del Gobierno escocés, ha declarado: "Estoy encantado de conocer los alentadores esfuerzos del aeropuerto de Edimburgo por reducir sus emisiones. Ilustra cómo el gobierno y el sector de la aviación pueden colaborar para ayudar a alcanzar los ambiciosos objetivos de Escocia en materia de cambio climático. Juntos podemos intentar crear un futuro en el que disfrutemos de los beneficios sociales y económicos del transporte aéreo sin que ello repercuta en el medio ambiente."