Es la primera vez en más de 20 años que la aerolínea renueva sus uniformes.

La colección incluye diversas opciones para hombres y mujeres, como trajes sastre de tres piezas para los hombres, faldas y pantalones para las mujeres y un moderno mono, que es una primicia en la aerolínea. Además, se ha incluido una opción de túnica y hiyab.

Boateng colaboró estrechamente con varios miembros del personal de distintas funciones dentro de la empresa para comprender los requisitos específicos y las funcionalidades que debía tener el uniforme. Más de 1.500 empleados participaron en 50 talleres para ayudar a desarrollar la colección.

Para garantizar que cada prenda se ajustaba a su propósito, el uniforme se ha sometido a exhaustivas pruebas durante los últimos seis meses. Los uniformes de la tripulación de cabina y de vuelo se probaron en vuelos de carga por toda Europa, mientras que los ingenieros llevaban en secreto los nuevos uniformes mientras trabajaban en los aviones en los aeropuertos de Manchester y Cotswold. Las prendas de exterior también se probaron en duchas de diluvio y congeladores a -18 °C para garantizar que fueran resistentes al agua y lo bastante duraderas para soportar condiciones climáticas extremas.

El diseño del uniforme se inspiró en la propia aerolínea, en su personal y en el arte de volar. El estampado de ondas aéreas, presente en toda la colección (chaquetas, camisetas, botones y corbatas), se inspira en el movimiento del aire sobre el ala de un avión. El tejido jacquard utilizado en todas las prendas a medida presenta una variación del icónico speedmarque de BA.

Sean Doyle, presidente y consejero delegado de British Airways, comentó el nuevo uniforme: "Es una representación icónica de nuestra marca, algo que nos llevará al futuro, representando lo mejor de la Gran Bretaña moderna y ayudándonos a ofrecer un gran servicio original británico a nuestros clientes. Desde el principio, todo ha girado en torno a nuestra gente. Queríamos crear una colección de uniformes que nuestro personal se sintiera orgulloso de llevar y, con la ayuda de más de 1.500 colegas, estamos seguros de haberlo conseguido".

Los nuevos uniformes se irán implantando gradualmente, siendo los maquinistas y los agentes de operaciones en tierra los primeros en llevarlos a partir de la primavera. La tripulación de cabina, los pilotos y los agentes de facturación harán lo propio en verano. Los uniformes actuales, diseñados por Julien MacDonald OBE, se donarán a organizaciones benéficas o se reciclarán para crear juguetes, soportes para tabletas y otros artículos. Algunos de ellos se donarán también al museo de la compañía.