Se ha inaugurado un nuevo muelle en el aeropuerto de Ginebra que sustituye al pabellón de aviones de gran alcance construido para los Boeing 747 en 1975.
El edificio Aile Est o Ala Este es obra del consorcio RBI-T, formado por el estudio de arquitectura londinense Rogers Stirk Harbour + Partners (RSHP), el estudio de arquitectura Jacques Bugna de Ginebra y las oficinas de ingeniería Ingérop de París y T-Ingénierie de Ginebra.
El nuevo edificio puede acoger a unos 2.800 pasajeros por hora a la salida y 3.000 a la llegada. Da servicio a seis puestos de aviones existentes con nuevos puentes aéreos telescópicos. El muelle contiene controles de salidas, llegadas, transferencias y fronteras, así como nuevas salas de espera para las aerolíneas.
El proyecto RBI-T fue seleccionado tras un concurso internacional en 2010. El edificio del ala este se construyó entre 2012 y 2021, con obras realizadas en cuatro fases distintas. La primera de ellas, los trabajos preparatorios, tuvieron lugar de noviembre de 2012 a julio de 2013, y consistieron en la reubicación de un separador de hidrocarburos a nivel de la plataforma, la instalación de pilotes geotérmicos a una profundidad de 300 m y el desarrollo de la infraestructura necesaria para recoger y reciclar las aguas residuales y superficiales.
La segunda, la "Carretera de la Aduana" o Route Douanière, duró desde agosto de 2013 hasta mayo de 2015, e incorporó la construcción de: un túnel de carretera que une el sector francés del aeropuerto con Ferney-Voltaire en Francia; una galería técnica con nuevas infraestructuras de servicios y salas de instalaciones; y un sótano y una plataforma a nivel de la plataforma que soportan las futuras superestructuras.
Las obras de la "MTD 1", desde abril de 2016 hasta diciembre de 2017, incluyeron la demolición de edificios y equipos, el desvío y/o mantenimiento de las redes de servicios existentes y la construcción del resto de infraestructuras necesarias para la construcción del Ala Este.
Las obras de la "MTD 2", de abril de 2017 a julio de 2021, consistieron en la construcción en superficie del muelle del Ala Este, incluyendo el "Procesador" (incluidas las cabinas de inmigración) y las salas de embarque para las Puertas 14 a 19, el desarrollo de los sótanos (ya parcialmente completados durante las fases anteriores) y las conexiones con los edificios e infraestructuras adyacentes.
Ligereza, sostenibilidad y color
Respondiendo a las limitaciones del emplazamiento, el ala este es un paralelogramo extruido que parece flotar sobre la vía de servicio situada a nivel de la plataforma. Sus fachadas principales son totalmente acristaladas y están inclinadas a 26° para garantizar el acceso a la luz del día a los edificios situados inmediatamente al sur en un emplazamiento muy reducido. Esta disposición también crea un volumen específico para el pasillo de llegadas en el nivel superior y, en la parte aérea, garantiza la protección de la fachada contra la radiación solar directa.
Un concepto clave del diseño del ala este fue la minimización de los elementos estructurales internos para garantizar la transparencia y ofrecer a los pasajeros una vista impresionante de las montañas del Jura, la actividad en el nivel de la plataforma o asfalto y los aviones. La estructura está formada por un exoesqueleto metálico de unas 7.000 toneladas de acero que incluye módulos de suelo con una luz de 20 x 20 m y 135 piezas de fundición. El espacio interior está bañado por la luz natural de los 20.000 m² de fachadas acristaladas.
Los materiales se eligieron para acentuar la sensación de fluidez y ligereza. La estructura principal está pintada en gris claro, mientras que los elementos estructurales secundarios son de color gris oscuro. Los suelos están revestidos de piedra natural, mientras que las balaustradas y los paramentos verticales son acristalados. El color acompaña el movimiento y la orientación de los pasajeros a lo largo del ala este y marca cada módulo de 80 metros a lo largo del edificio. Los materiales utilizados se eligieron por su durabilidad, su facilidad de mantenimiento y para servir de escaparate a los pasajeros.
Diseño energéticamente positivo
El edificio se ha diseñado teniendo en cuenta el medio ambiente. Se ha conseguido un buen aislamiento térmico del ala este mediante el despliegue de fachadas de triple acristalamiento de alto rendimiento, con una protección solar adicional que limita el uso de iluminación artificial y reduce las cargas de calefacción y refrigeración.
La electricidad se produce mediante una instalación solar compuesta por 7.020 m2 de paneles fotovoltaicos en el tejado. Otra importante reducción de la huella energética del edificio se ha conseguido gracias al eficaz aislamiento térmico de la envolvente, la recuperación y el uso del agua de lluvia y la utilización de bombas de calor de alta eficiencia. Estas últimas producen y almacenan la energía térmica de 110 pilas geotérmicas que se extienden hasta una profundidad de 300 m y podrán conectarse en el futuro a la red hidrotérmica GeniLac.
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