Desarrollado como parte del programa de bombarderos de ataque de largo alcance para sustituir al Rockwell B-1 Lancer y al Northrop Grumman B-2 Spirit en 2040, y posiblemente al Boeing B-52 Stratofortress después, el nombre del nuevo bombardero rinde homenaje al "espíritu audaz, innovador y valiente" de los "Doolittle Raiders", los 80 aviadores liderados por el teniente coronel James "Jimmy" Doolittle que cambiaron el curso de la Segunda Guerra Mundial.

El 18 de abril de 1942, volando 16 B-25 Mitchells norteamericanos desde la cubierta del portaaviones USS Hornet, los Raiders atacaron objetivos en Tokio y otros lugares en respuesta al ataque a Pearl Harbor en Hawai cuatro meses antes.

El Secretario de Defensa, Lloyd J Austin III, comentó durante la presentación en las instalaciones del gigante estadounidense de la aviación y la defensa en Palmdale (California): "Los Doolittle Raiders demostraron el alcance y el poder de la aviación estadounidense. La audacia de los Doolittle Raiders ha inspirado a generaciones de aviadores estadounidenses. Es justo que el próximo capítulo del poder aéreo estadounidense lleve su nombre".