Los responsables del aeropuerto afirmaron que con la gran inversión realizada hasta la fecha en el proyecto -con un precio final de unos 150 millones de libras esterlinas-, no podían comprometer una suma adicional sin límite de tiempo que condujera a un proceso de investigación pública.

La respuesta fue la decisión de Michael Gove, Secretario de Estado para la Igualdad, la Vivienda y las Comunidades, de "llamar" a los planes, quitando la responsabilidad a los planificadores locales y llevando probablemente a una investigación gubernamental que llevaría mucho tiempo.

En su lugar, la atención se centrará en el desarrollo de la ampliación de la terminal existente, aprobada por el Ayuntamiento de Leeds en 2019, para satisfacer el rápido aumento de la demanda de pasajeros a medida que el sector de la aviación se recupera de la pandemia.

Vincent Hodder, director general del aeropuerto de Leeds Bradford, agradeció a los partidarios del proyecto: "Lamentamos haber tomado la decisión de retirar la solicitud de LBA para el desarrollo de una nueva terminal de sustitución. A medida que el sector de los viajes y la aviación sigue recuperándose de las repercusiones de la pandemia, el LBA debe ser capaz de responder a una demanda en rápido aumento en los próximos años.

"Aunque se trata de un revés para nuestro aeropuerto y nuestra región, seguimos comprometidos con la inversión en el LBA para convertirlo en un aeropuerto excepcional, descarbonizado y moderno para el futuro. Mi equipo y yo somos optimistas sobre la recuperación de la pandemia y sobre el futuro del aeropuerto de Leeds Bradford", añadió el director general, que fue nombrado hace poco más de un año.

Cuando se dio luz verde inicialmente, los analistas advirtieron que el desarrollo se enfrentaba a un conflicto político, reconociendo la necesidad de la aviación británica de conectividad global y de expansión equilibrada con las obligaciones del cambio climático.

La terminal sustitutiva debía abrirse el año que viene y contaba con unas instalaciones de tres plantas y 34.000 metros cuadrados diseñadas específicamente para satisfacer la demanda de forma más sostenible y alcanzar los objetivos medioambientales. El aeropuerto afirmó que sigue comprometido con el cumplimiento de su hoja de ruta de carbono cero para 2030 y con la creación de un aeropuerto regional británico moderno y sin emisiones de carbono dentro del plan de ampliación.