Hasta ahora se había dado por sentado que el concurso para construir la plataforma de combate NGAD de la USAF sería una carrera de tres caballos entre Boeing, Lockheed Martin y Northrop Grumman. A mediados de mayo, la USAF anunció que había publicado una convocatoria clasificada para un contrato de desarrollo de ingeniería y fabricación (EMD) para el NGAD, y que seleccionaría a un contratista para el programa en 2024. Pocos días después de este anuncio, el Secretario de las Fuerzas Aéreas, Frank Kendall, declaró que sólo dos empresas participaban activamente en el NGAD, aunque se subrayó que más proveedores podrían sumarse al concurso en el futuro.

La decisión de Northrop Grumman es probablemente un reflejo de las expectativas de la empresa de que el NGAD no sea rentable, y Kathy Warden confirmó que la empresa sigue sin esperar generar beneficios de la fase de producción inicial a bajo ritmo (LRIP) del B-21 Raider, y que era "razonablemente posible" una pérdida de hasta 1.200 millones de dólares en los cinco lotes LRIP previstos.

afirmó Warden: "Seguimos siendo disciplinados a la hora de evaluar los programas adecuados a seguir, y éste es uno en el que creemos que estamos bien posicionados con ofertas maduras, y en el que el acuerdo comercial refleja un equilibrio adecuado de riesgo y recompensa tanto para el cliente como para la base industrial."

Northrop Grumman sigue interesada en actuar como subcontratista y proveedor de sistemas de misión para el programa NGAD y se cree probable que presente una oferta para el programa asociado Collaborative Combat Aircraft (CCA). Este programa producirá los "Loyal Wingmen", vehículos aéreos de combate no tripulados (UCAV), de bajo coste, resistentes y controlados por inteligencia artificial, que en el futuro complementarán al caza tripulado NGAD dentro del mismo sistema de sistemas. Puede que no sea mera coincidencia que Northrop mostrara maquetas de sus UAV Modelo 437 y Modelo 101 en el Royal International Air Tattoo (RIAT) de RAF Fairford en Gloucestershire, Reino Unido, en julio.

La empresa también podría buscar oportunidades relacionadas con el programa de cazas F/A-XX de la Marina estadounidense, aunque no ha fabricado un caza tripulado ni un avión táctico desde el YF-23 Black Widow. Sin embargo, desempeña un papel importante en el programa Joint Strike Fighter (F-35). En el pasado, Northrop se ha retirado de varios concursos de adquisición al no ver un argumento comercial convincente para un programa rentable. Por ejemplo, esta fue la explicación de la empresa cuando se retiró del concurso de entrenadores avanzados T-X de la USAF en 2017, a pesar de haber construido y volado un prototipo Swift Modelo 400 a escala real.