La aerolínea planea ahora operar todos los servicios nacionales e internacionales desde París/Charles de Gaulle con la única excepción de un vuelo de Obligación de Servicio Público (OSP) a la isla de Córcega, operado en cooperación con Air Corsica.

Como parte del plan, la compañía aérea reducirá la capacidad entre París y Toulouse, Marsella y Niza al 90% de los niveles actuales. Estas rutas pasarán a ser operadas por su filial de bajo coste, Transavia, previa consulta a los organismos competentes. Mientras tanto, la capacidad en las rutas entre la capital francesa y los territorios franceses de ultramar se mantendrá en los niveles actuales.

Según la compañía aérea: "El aumento de las videoconferencias, la caída de los viajes de negocios nacionales y el creciente cambio hacia el ferrocarril [bajo el efecto combinado de las recomendaciones gubernamentales de sobriedad y las políticas corporativas de RSC] están llevando a una caída estructural de la demanda en la red nacional de punto a punto de Air France." Añadió que entre 2019 y 2023, su tráfico en las rutas nacionales desde Orly había caído un 40% y un 60% para los viajes de ida y vuelta en un día.

Air France agregó que el impacto en los roles de los empleados basados en sus aeropuertos regionales de Toulouse, Marsella y Niza sería limitado y se gestionaría a través de transferencias y salidas voluntarias. El personal de vuelo de estas bases se mantendrá. Por su parte, el personal de Orly podrá trasladarse a Charles de Gaulle.